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- colores, deocración, showroom, local comercial, papel pintado
¿Queréis saber por dónde comencé a desarrollar el showroom?
Si decorar una casa es difícil, imaginaos un showroom de 600 m2
Hoy os voy a contar por dónde comencé.
Siempre digo que una cosa va pidiendo otra, así que lo más fácil es comenzar pensando lo que tienes claro e ir tirando del hilo.
En mi caso, fue por el color y cómo iba a hacer la transición de un ambiente a otro. Quería que no fuera toda la tienda igual, pero al mismo tiempo, tenía que tener un hilo conductor que me fuera dando paso de manera armoniosa entre un ambiente y otro de manera coherente.
Lo primero fue pensar en el escaparate principal. En la entrada, aprovechando los pilares que hay frente a la puerta y cortan un poco el escaparate, los aproveché para hacer una simulación a un porche, al exterior de la casa, de ahí el papel de ladrillo visto, el techo negro y el jardín vertical.
Una vez dentro, tenía claro que iba a seguir con papel, ¡me pirra el papel!, la calidez que aporta, cómo viste una pared. Quería algo elegante pero que no llamara demasiado la atención para que no me aburriera pronto y no me condicionara con los muebles que van rotando en exposición. Por eso opté por un papel tipo lino gris, moldura blanca y pared en el mismo tono, que me haría de hilo conductor perfecto a mi mural del paseo de la playa en blanco y negro.
En la otra zona del escaparate, quería diferenciarla con otro papel, pero que no chocara con el de lino gris, y me encantó el de pentágonos, tipo lino en beige con gris claro. La moldura blanca hace que destaque mucho más y le da más personalidad. Me encanta el resultado!
La zona del mostrador es un punto focal importante, por eso elegí ese papel tan llamativo y actual de hojas verdes y piñas amarillas enmarcado en moldura blanca sobre fondo negro. El mostrador revestido de moldura en verde es lo que termina de dar el toque perfecto.
Desde esa zona, podemos ver un ambiente en verde y ya avanzando una pequeña pared en amarillo que combinan a la perfección con el mostrador en la misma zona y campo visual. El tono verde está muy presente porque quería hacer un guiño a la conexión con la naturaleza que impregna toda la exposición.
Cuando ya parece que nada va a sorprender y que se ha quemado toda la artillería, llega la última zona, la que hemos dedicado a iluminación, pintada de negro y con una pared de contraste en amarillo que hace el guiño con el papel del mostrador y con la luz de las lámparas.
Todo fluye, no hay contrastes que no vayan bien hilados y al mismo tiempo conseguimos diferenciar ambientes claramente.
¿Nos habéis visitado ya?, ¿qué os ha parecido?, ¿qué colores os gustan más?
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