Y es que la iluminación no solo sirve para que veamos las cosas y no nos tropecemos con los muebles (algunos seguimos tropezando incluso con luz, jeje), además es un elemento decorativo, ¡y muy importante!
Solo con cambiar la iluminación puede cambiar completamente el diseño, ¡te sorprendería hasta qué punto! Por ejemplo, una estancia con una iluminación adecuada puede darnos la sensación de ser más grande y espaciosa, más acogedora o, incluso, con una mala iluminación, más incómoda.
Por supuesto, la mejor luz es la luz natural. Lo ideal es que entre la luz a raudales, cuanta más mejor. Pero claro, no siempre se puede elegir, y es obvio que necesitamos la luz artificial. La buena noticia es que esa sí podemos controlarla.
Vamos a darle a la luz el papel protagonista que le corresponde. Voy a intentar que este post te ayude a sacar el máximo partido a la iluminación en la decoración de tu hogar con estos trucos de iluminación decorativa.
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